Como resultado de una reunión académica se decidió invitar tanto a los estudiantes, como a los trabajadores de base del Instituto de Ecología a una reunión de análisis y discusión de todo aquello que tiene ingerencia en el desarrollo del Instituto. Se planteó como una necesidad de los candidatos el recibir directamente las opiniones sobre el funcionamiento, intereses y otros aspectos necesarios para ser integrados en sus planes de trabajo. La cancelación de esta reunión, al igual que la falta de un aviso oficial al estudiantado sobre la renuncia del director, son un reflejo de la falta de representatividad institucional estudiantil, la falta de diálogo entre las partes que conforman esta comunidad y la poca o nula consideración de nuestras opiniones en la toma de decisiones académicas.
En ausencia de académicos la reunión se celebró con sólo los estudiantes del Instituto, esto nos ha servido como un ejercicio de reconocimiento con el cual fue posible consolidarnos como un grupo capaz de generar propuestas importantes para el buen desarrollo institucional. Dado que somos parte del Instituto de Ecología de la UNAM y en él nos formamos, en él trabajamos, en el vivimos, lo que pasa en nuestro centro de formación y trabajo nos concierne.
El siguiente documento es producto de dicha reunión y recupera por lo tanto la palabra de aquellos que nos hemos reunido y los que se sumen posteriormente. Es necesario enfatizar que no pretende representar la “voz oficial” de todos los estudiantes del instituto.
Por lo anterior, pero también porque consideramos que es más importante lo que podemos decir sobre el funcionamiento interno del Instituto de Ecología, hemos decidido abstenernos de participar como grupo organizado en el apoyo a algún candidato y tampoco pretendemos definir quién ocupará el cargo de director del instituto.
El problema del “poder” no es un problema de quién ocupa un cargo, es un problema que tiene que ver con una relación social. Independientemente de quién sea designado director por la Junta de Gobierno, los problemas que vemos en el instituto, las necesidades que planteamos y las propuestas y actividades que como estudiantes medianamente organizados llevamos a cabo estarán ahí, antes y después de la designación. Esperamos que las autoridades e investigadores del instituto tengan sensibilidad y disposición de escucharnos, pero en cualquier caso, seguiremos hablando. Si no cambian las relaciones al interior del instituto, si no se supera la fragmentación, si no se escucha a los estudiantes, podrá cambiar la persona que pretenda dirigir el instituto, pero muchos de los problemas seguirán presentes.
Si bien no comulgamos con este mecanismo de elección, en este momento no pretendemos discutirlo. Sin embargo, sí deseamos ejercer el derecho de externar nuestra opinión común y representativa como comunidad estudiantil sobre el perfil general que consideramos debería tener el nuevo director de esta institución. Invitamos a la comunidad académica y a los investigadores propuestos para ocupar la dirección de este instituto a considerar los siguientes puntos.
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